En esta ocasión sólo voy a contarles una anécdota. Los viernes en la tarde trabajo haciendóle clases particulares de inglés a unos niños. Son tres niños de cinco años cuyas madres pensaron que era una muy buena idea hacerles clases de inglés los viernes de 6 a 7 y media, total (pensarán ellas), no es como que tengan derecho a jugar o algo así.
Pues bien. Un día llegué a la casa de uno de los niños (donde hago las clases) un poco adelantado. Y me quedé conversando con su mamá mientras el niño jugaba. A él le gustaban los legos, y en ese momento le arreglaba la cabeza a su última creación: Un Robot de 50 cms de alto con ruedas, armas, casco, etc. Un diseño que ni aunque me dedicara un año a los legos, yo sería capaz de lograr. Mirando eso la madre del pobre me dice: Mira a este niño, se dedica sólo a jugar con los Legos. yo quiero que estudie, no que siga haciendo esas tonteras.
¡Plop!
Moraleja China: niños, no desarrollen su creatividad, quizás eso los haga pensar y no queremos eso. Mejor estudie y repita como burro, que así será un miembro útil a su país.
lunes, 13 de septiembre de 2010
miércoles, 1 de septiembre de 2010
Breves Chinas II. Hoy: sobre la manera de sentarse de los Chinos
Algo que me llama poderosamente la atención es ¿cómo se expanden las costumbres culturales? A alguien se le habrá ocurrido por peimera vez que los Domingo se comían empanadas, y ahí estamos, todos los Domingo comiendo empanadas. A alguien se le ocurrió que era buena idea tocar madera para que algo no pasara y, por alguna extraña razón, la idea prendió.
Esta reflexión tiene que ver con el breve chino de hoy. Pues a algún Chino, en alguna época se le ocurrió que para descanzar había que sentarse en los propios talones, poner las plantas muy firmes sobre el piso y echar los brazos y la cabeza para adelante. Inténtelo usted mismo en casa, yo no soy capaz. El hecho es que por razones misteriosas, algo de lo que yo nisiquiera soy capaz, se hizo costubre cultural de un sexto del planeta. Hubo un primer visionario y el resto, por alguna razón, lo siguió (y si la idea era taaan buena, ¿por que el resto del planeta NO lo siguó?).
El hecho es que la sentadita china está en todos lados. En las colas de los bancos, los supermercados, en los guardias que fuman y toman té, los niños que juegan, las viejas que pelan porotos en la calle, etc. Todo chino que está cansado repite el mismo ritual, y se pueden quedar así por horas y horas, fumando y mirando sin hacer nada más. Inténtenlo ustedes en casa, que yo ya perdí la paciencia.
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