martes, 4 de mayo de 2010

Minuto cero

Estoy a menos de 24 hrs de irme a Shanghai y me siento en estos momentos como los soldados gringos en esas películas de la segunda guerra, antes de desembarcar en Normandía. Ellos estan, por lo general, en un bote chico al que se le abre la puerta delantera, antes de que se abra la puerta ellos solo pueden ver un muro metálico, sin tener idea de lo que hay al otro lado. Y cuando ésta se abre no saben muy bien de donde les van a disparar, solo saben que les van a disparar. Pues bien, en este viaje a Shanghai no se de donde van a venir las balas pero se que van a caer. Será que no arreglo mis papeles, que nadie quiere contratarme en nada por no hablar chino, que no encuentro donde vivir, que cualquier cosa. Voy a un lugar extraño a hacer algo que no se, y esa incertidumbre de puerta metálica me tiene un poco ansioso. Por último que me disparen, pero que me disparen ya.
La gestación de este viaje fue extraña. Nunca creí ni pensé terminar viviendo en China, no estaba dentro de mis planes. Pero un día estaba en una reunión familiar, sintiéndome horrible y vomitando cualquier cosa que me echara a la boca (luego me diagnosticarían hernia al hiato, con la respectiva condena de olvidarme para siempre del alcohol, chocolate, café, té, cosas aliñadas, etc.) Pues bien, en estas circunstancias me contaron que estaban buscando gente para la expo Shanghai. Presionado más bien por mi polola (yo pensaba que por no hablar chino no habían posibilidades), ella y yo postulamos a través de la página de Laborum. El tema es que yo me había hecho en segundo de la universidad un perfil en esa página, y con mi experiencia de esa época (repartir volante scomo un highlight) era claro que nadie me iba a pescar. Tampoco se me ocurrió, como si se le ocurrió a la Maca mi polola, actualizar mi perfil, con lo que pasé para los organizadores del evento a la categoría de "pendejo jugoso que jura que vamos a llevar a cualquier pelotudo a Shanghai con la plata de todos los chilenos". Pues bien, habiéndome olvidado ya de este asunto, me llama la Maca una semana después diciendo que la habían llamado de la Expo, a lo menos como preseleccionada (puta que la cagué, pensé) pero que todavía no significaba nada. dos semanas después la vuelven a llamar para una entrevista, y a los pocos días me avisa: quedé seleccionada. Shit... 9 o 10 meses en Shanghai... pasándolo la raja, y yo aquí por bruto, trabajando quizás donde... no, no... yo me voy a Shanghai. Hasta ahora me he conseguido plata prestada para el pasaje, una visa de turista de dos meses, un para de frases en chino gracias a un podcast, y tres posibles entrevistas de trabajo como profe de Inglés que quizás fallen por no ser gringo. Pero bueno, quien sabe qué saldrá de todo esto, mientras tanto espero a que la puerta metálica baje al fin, para ver desde donde me van a disparar.

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