Bueno, eso era lo que yo pensaba, pero al llegar a China me di cuanta que los precisos estudios del "Callampeiton Institute" eran ciertos: los chinos están locos por el mundial. Pero además hay un asunto de proporciones. La población de China es 100 veces la chilena, y por lo tanto, por cada oficinista sacador de vuelta del paseo ahumada, en China hay 100. Por cada guardia de edificio que ve los partidos en su mini televisor en blanco y negro en China hay 100. Además, está el asunto de la tecnología. Cada micro y vagón del metro tiene una pantalla Led en donde, entre otras cosas, se transmiten los goles y resúmenes de los partidos. En los edificios hay pantallas gigantes donde pasa lo mismo, y la gente va en la calle con sus celulares con TV viendo el mundial. Además, al contrario de lo que ocurre en Chile con la estafa de TVN (canal que llamo a boicotear por chanta, y nunca más verlo), en China la señal estatal CCTV tiene varios canales, entre ellos uno única y exclusivamente dedicado a los deportes, y que ahora está úncia y exclusivamente dedicado al mundial: todos los partidos con varias repeticiones, resumenes de partidos, mejores goles, entrevistas, etc. De más está decir que cuando estoy en mi casa CCTV 5 se enciende por defecto.
Así que la fiebre mundialera pegó muy fuerte acá, y la gente está muy pendiente. He visto mucho más la imagen de Messi que la de Mao, y la camiseta argentina es una de las que tiene más arrastre entre los jóvenes, seguida de cerca por la de Brasil.
¿Y como se vive la pasión por la selección del calcetín de tierra acá en China? La pasión por chilito reunió a todos los chilenos que están acá en Shanghai, y los Ceacheí se escucharon más fuertes que nunca. El primer partido lo ví en O´Malleys, un Irish Pub donde se juntó buena parte de la colonia chilena en Shanghai y alrededores. Así, con Bombo y Vuvuluelas celebramos el gol de Palmatoria:
Mi pinta trató de ser lo más adhoc posible, pero al final nunca compré la camiseta del alexi que quería, y tuve que improvisar mi pinta de hincha chileno con lo que había nomás:Por último, he aquí el momento en el que el árbitro le pone fin al partido y al maleficio que desde el gol de Eladio a Yugoslavia, ni los penales de Cazely ni los cabezazos de los Sa-Za habían podido romper: Chile volvía a ganar en un mundial. El ceacheí correspondiente:
Luego de ese momento nos quedamos en el local, adonde llegaron en masa los españoles a llorar porque la tronco y antifútbol selección de Suiza les robaba una victoria impensada. En todo caso, fue todo un placer ver las caras de sufrimiento de los panaderos.Algunos días después, el partido contra Suiza había que verlo con dientes apretados, porque era clave para seguir soñando. Y así se vió, en el pabellón de Chile en la Expo. Pero antes del partido había que ponerse a tono:
El tío Pepe (chofer de los anfitriones chilenos y chileno por adopción) era el enacrgado de los Ceacheí.
Por último, el triunfo de Chile se celebró como corresponde: con flor de carrete.
El partido que lo definía todo, contra los españoles, volvimos a verlo en O´Malleys:
Por cierto, lo que se ve abajo son españoles. Los chilenos estábamos en la tribuna de arriba. Y aunque el partido se perdió en la cancha, acá en Shanghai les dimos una paliza y les enseñamos lo que es alentar, ellos quedaron como unos pecho frío sin sangre que son.
Y luego de la derrota (pero clasificación) a eso de las 5 de la mañana hicimos un carnaval callejero, con bombo y vuvuzuela, despertando a los chinos con nuestros Ceacheís (por lo menos no rompimos ningún paradero)
El último partido lo ví en mi casa. Empezaba a las 2 y 30 de la mañana y al día sigueinte me levanté a las 6 y 30 a trabajar, por lo que preferí sufrirlo sólo, como se debe sufrir.
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