Era hora de tomar decisiones. Y tres posibles destinos se nos aparecían en el horizonte. El primero era visitar la pequeña y bonita ciudad victoriana de Georgetown, en la isla de Penang. La segunda opción era pasar de largo por Penang y llegar hasta la isla más famosa de la costa oeste malaya: Langkawi. La última opción era seguir directo hacia Tailandia, más precisamente al parque nacional Tarutao, primer archipiélago de Tailandia (desde sur a norte, claro).
Luego de cotizar alojamientos y ver posibilidades de trenes y buses, decidimos seguir directo hacia Tailandia. Esa misma tarde compramos pasajes en tren para la noche e invitamos a comer a los iraníes, antes de tomar el tren que nos llevaría al norte, a eso de las 10 de la noche.
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