La mañana siguiente fue aburrida. Levantarse, ir a cambiar plata, a buscar las visas chinas, hacer maletas e irnos al aeropuerto de Hong Kong. El destino: Kuala Lumpur, capital de Malasia. ¿La razón por la que íbamos para allá? Sencillamente porque no podíamos seguir en China sin visa, y éstas duran sólo un mes. Por lo tanto decidimos salir de China, dar una vuelta en los alrededores, sacar otra visa y volver dos meses después a China a recorrer el sur y volver a Chile. Así que el plan (muy poco estudiado por lo demás) era volar a Malasia, y subir por tierra por Tailandia, Cambodia, Laos y Vietnam hasta volver a China.
En Kuala Lumpur nos esperaba otro amigo couchsurfer: Mohammad Tagid. Él es un iraní que está estudiando un MBA en KL (como le llama todo el mundo). Así, tras llegar a Malasia y pasar por la inmigración, nos tomamos un bus hasta la estación central de KL, donde nos esperaba Mohammad para, en su cafichón auto, llevarnos a su casa, donde vive con otro iraní (también llamado Mohammad) y un Saudí llamado Abdullah.
La noche se nos pasó escuchando música Iraní, comiendo pistacho y hablando sobre Irán y sus maravillas. Pero sobre todo, apreciando la increíble hospitalidad de nuestros nuevos amigos. El “pequeño Teherán” resultó ser un muy buen lugar para estar.
(no hay fotos de este dia, fue muy fome)
jueves, 16 de diciembre de 2010
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