Escolares musulmanas
Tarutao es un archipiélago que, por alguna extraña razón, ha escapado a la fiebre turística Tailandesa. Fiebre que fue transformando en los últimos 20 años las islas desoladas en destinos backpacker-hippies, para luego convertirlos en reventón adolescente de corte spring break (con full moon party como su mayor estandarte) y últimamente en lugares de resorts de lunas de miel, y paquetes turísticos todo incluido contratados desde el país de origen, cualquiera que éste sea. La isla de Tarutao, en medio del parque nacional que lleva su nombre, logró mantenerse dentro de la primera categoría (playa desierta) justamente por estar dentro de una reserva natural.
Esa isla desierta era entonces la razón de todo. De lo poco dormido del ruidoso tren, de la bajada en el olvidable pueblo de Hat Yai para caminar por cuadras y cuadras bajo la lluvia en busca de un lugar donde nos cambiasen Euros por Baths Tailandeses. Era la razón de la micro rural que tomamos a la ciudad de Satun, en la que subían y bajaban niñas escolares musulmanas, con uniformes que lucían orgullosos los escudos de sus colegios pero dejaban al descubierto sólo su cara, y ni siquiera el cuello para aliviar en algo el calor tropical. Esa isla era la razón por la que volvimos a caminar bajo la lluvia, esta vez en Satun, buscando sin que nadie hablase inglés una forma de llegar al pueblo de Pakbara, de donde salían los barcos a las islas. Y era la razón también por lo que tuvimos que comernos otra tempestad (esta vez peor) en un pueblo de nombre olvidable y olvidado a 10 kilómetros de Pakbara, hasta que un policía se ofreció a llevarnos por nada, con un porque sí que ya creíamos sepultado en la Tailandia de agencias de turismo en cada esquina.
La isla debió esperar eso sí, porque cuando tras esta interminable sube y baja de transportes llegamos a Pakbara, el último barco hace mucho ya que había partido. Por suerte la infraestructura turística contemplaba esta posibilidad y no fue difícil encontrar, por módicos 300 Bath (4.500 chilenos) un lugar donde reposar los huesos.
Se que tu, y sólo tu podrías aguantar un viaje así...
ResponderEliminarseco!